Demostración del Espíritu

En 1 Corintios 2:4 Pablo dice que, cuando fue a los corintios, él no usó palabras atractivas y persuasivas, sino que fue a ellos con demostración de su espíritu. “Ni mi palabra ni mi proclamación fue con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder”. Las palabras persuasivas de sabiduría provienen de la mente humana y salen de la boca; la demostración del Espíritu procede del espíritu humano. Las palabras de Pablo procedían de su espíritu con la liberación del Espíritu y por tanto con poder. Quizás los corintios pensaban que Pablo era un insensato, pero ahí estaba la demostración del Espíritu. Donde está la demostración del Espíritu, allí también está el poder. No se trata de hablar con palabras persuasivas de sabiduría mediante el ejercicio de nuestra mente, sino de ejercitar nuestro espíritu para liberar a Cristo como vida y ministrarlo a otros.
En la reuniones de la iglesia, todos debemos actuar con la demostración del Espíritu. No nos debe importar hablar con elocuencia. Todos tenemos que demostrar nuestro espíritu. En vez de elocuencia, necesitamos expresión. La expresión es diferente de la elocuencia. La elocuencia es algo natural. Algunas personas nacen con elocuencia y otras carecen de elocuencia y son torpes al hablar. Sin embargo, es posible que sepan como demostrar el Espíritu y tener la expresión adecuada. La expresión procede del espíritu.
Nuestra única necesidad es aprender a ejercitar nuestro espíritu humano. Cristo ha logrado todo, ha obtenido todo y ha alcanzado la posición de ser Cabeza. Todo está terminado, todo está listo, y gracias a Él todo ha sido instalado en nosotros. Por mi propia experiencia, puedo decirles que lo necesario es aprender a ejercitar nuestro espíritu.

Fuente: Servir en el espíritu humano, by Witness Lee

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